Familia ADR

«La Mente de Cristo te permite planificar la reforma que tú generación demanda para calzar en la potestad de Dios(Hch 26:18)»

martes, 25 de diciembre de 2018

PROVERBIO 24:7


Pr 24:7 Alta está para el insensato la sabiduría; En la puerta no abrirá él su boca.

Insensato, en el original, es: alguien que la sabiduría no está a su alcance, porque la desprecia. Es alguien que cuando hace lo malo, se ríe de lo mal que hace. Es una persona contenciosa y todo intento de instruirlo, es inútil.
¿Conoces a alguien así?, dice además que en la puerta no abrirá su boca; puerta, antiguamente era el lugar a la entrada de la ciudad donde los sabios se reunían para decidir el destino de la comunidad, sólo gente sabía podía estar ahí.
Entonces surge una pregunta: ¿Qué es la sabiduría? y ¿cuál es la diferencia con la inteligencia?, puede ser que pensemos que son lo mismo.
Inteligencia es la capacidad de entender, asimilar, elaborar información y emplearla para resolver dudas o problemas, DRAE.
Y la sabiduría es la experiencia que surge de esta capacidad, y no se trata de cualquier práctica, sino la que produce pericia, criterio, sentido común y buen juicio. La sabiduría no está ligada necesariamente al paso de los años, sino a la calidad de como vives los años, lo que genera sabiduría. Todo sabio es inteligente, pero no todo el que es inteligente es sabio.
La inteligencia es amoral, puede ser usada para el bien como para el mal. La sabiduría en cambio busca los valores, la justicia; el discernimiento entre lo bueno y lo malo; lo verdadero y lo falso, no sólo da solución sino que busca la reflexión profunda, la experiencia meditada..
La inteligencia usa el conocimiento para solucionar, la sabiduría te dice Cómo y cuándo hacerlo con criterio y justicia. La inteligencia se guía por la lógica, es perfeccionista y muy poco flexible, no tolera la incertidumbre; la sabiduría va más allá, reacciona ante cualquier imprevisto y es optimista, da esperanza y confianza ante cualquier reto que la vida pueda sorprender.
La inteligencia considera lo bueno y lo malo, desde su perspectiva egoísta, desde lo que le parece; la sabiduría desde lo que es justo y moral, y toma en cuenta a los demás.
Concluimos que esta sabiduría, está fuera del alcance del insensato y que aspirar a ser más que inteligente, no es pedir mucho, sino que forma parte de nuestra madurez.
Recalco, para finalizar, lo siguiente: existe la sabiduría humana y la sabiduría que proviene de Dios.

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