Familia ADR

«La Mente de Cristo te permite planificar la reforma que tú generación demanda para calzar en la potestad de Dios(Hch 26:18)»

jueves, 10 de enero de 2019

ECLESIASTÉS 3:22


Eclesiastés 3:22 Así, pues, he visto que no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse en su trabajo, porque esta es su parte...

Hay gran satisfacción cuando se trabaja en lo que a uno le gusta. Pareciera ser que esto no es muy común en la gente de hoy en día. Quiero rescatar el concepto original de trabajo: es obra, acción y labor. Y también engloba las emociones. Si tú eres uno de los que disfruta lo que hace, me entenderás.
Se a perdido el gusto por trabajar y se a reemplazado por un sistema laboral materialista y frívolo, donde el dinero gobierna tu aptitud académica. No se fomenta el estudio en base a la vocación sino al rédito, perdiendo con ello el alma con lo que se hace las cosas. Se dice que el trabajo es una maldición, en Génesis 3:17 ...maldita será la tierra por tu causa, con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Dice “la tierra” y la primera labor, es decir el trabajo del hombre, es la agricultura. Estamos viendo en este versículo el nacimiento de la agricultura, para Adán debió ser muy díficil asimilarlo, ya que, él experimentó las dos naturalezas en un estado consciente; la naturaleza de que todo es hecho por la palabra, hacia la naturaleza del dolor. Para los que fueron después de él, la conciencia de lo primero quedó en el olvido, y nacimos y crecimos experimentando que el dolor de comer de la tierra es parte de la vida. Se maldijo a la tierra y a la labor de ésta, con dolor. La palabra dolor en el original significa, preocupación. Y preocupación es, ocuparse antes o anticipadamente de algo, esta acción genera una cierta presión en el hombre, manteniendo a todo su organismo en un estado de alerta continuo, generando estrés. Es el estrés el cansancio mental provocado por la exigencia de un rendimiento muy superior al normal; suele provocar diversos trastornos físicos y mentales. ¡Eso provoca dolor!, porque bajan nuestras defensas y nos enfermamos. La preocupación es el apremio que genera tensión en el alma del hombre por su incapacidad de conocer su labor original en Dios. Sin embargo, cuando el trabajo es tu pasión, disfrutas cada instante de este, tomando los tiempos de descanso oportunos para que naturalmente nuestro organismo regule y genere un balance adecuado, para que funcione bien. Recuperar el gusto por trabajar es la clave, de escoger mi formación profesional por vocación, para desempeñarla con un ímpetu que rebase la frivolidad del dinero, por el fervor de la satisfacción íntima de vivir. Trabajar en otras áreas que no sea la agricultura, no tiene que ser una maldición, ni tenemos que trasladar la maldición de la tierra a lo que estoy haciendo hoy; si sufres en lo que trabajas, es por tu mala elección, por dejarte vencer por la creencia que no tienes más opciones en la vida. Sinó pudiste elegir bien hoy, y te encuentras en medio del dolor de trabajar todos los días en un trabajo que no te gusta, pues déjate de quejar y empieza a visionar, haz primero un retrato de hacia dónde quieres llegar y moviliza tus recursos para lograrlo. Uno de los mejores recursos que tú puedes tener en la vida, no es el dinero, sino el apego sincero de lo quieres y tu compromiso profundo para lograrlo. Si tú tienes claro eso, puedes convertir a tu feo trabajo que tienes, que odias tanto, en una plataforma temporal financiera que respalde tu proyecto visionario. Por eso piensa, primero, le has dedicado mucho tiempo razonando tu desgracia, ahora es tiempo de idear tu salida de eso, y no hay mejor forma que con un proyecto visionario. Si ganas poco, dirás no me alcanza, y tu manera de pensar no te ayuda por ausencia de propósito, ahora si tienes claro en este momento hacia dónde quieres ir, tu gasto ya no será en función a lo que no te alcance, sino que ahorrarás por primera vez por un fin, ese fin da esperanza y es lo que necesita tu alma cada vez que te levantas por las mañanas para salir adelante. Y conviertes tus gastos  en inversión, porque ya sabes hacia dónde quieres ir.
Susténtalo con un proyecto visionario y no de puros sueños. Recuerda que tú realización está en lograr hacer lo que te apasiona, y si también ganas dinero haciéndolo, mejor aún. Pero que tu meta no sea el dinero, sino que la labor que haces te hace sentir bien.

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