Familia ADR

«La Mente de Cristo te permite planificar la reforma que tú generación demanda para calzar en la potestad de Dios(Hch 26:18)»

viernes, 5 de abril de 2019

EL REINO Y SU EVANGELIO


Todos tenemos un principio, y este es JesúsCristo. Solo un Nacido de Nuevo puede reconocerlo.

Cuando el Reino toca la creación, la realidad se altera, a esto se le denomina “milagro”. El Hijo de Dios es un itinerante del Reino, que lleva su manifestación, la del Reino, a donde quiera que vaya. No es común ver esto en el creyente promedio, por eso que la aspiración de esta generación es que tal manifestación se vuelva viral en cada Hijo, comenzando con uno mismo.

Jesús expresó esto cuando se hizo carne y habitó entre nosotros, la gente vió el milagro pero no pudo ver el Reino (Lc 17:21), porque había otro espíritu en la gente (Num 14).

El alma del hombre no puede ver el Reino de Dios, porque el Reino es espiritual, por consiguiente Jesús al hacerse carne lo hizo visible, pero por el espíritu de la gente de aquel tiempo no lo pudo ver.

El alma no entiende esto y se genera cierta fricción entre su razón y su emoción que le obliga a hacer “algo”, y ese algo es el “deseo humano privado de la voluntad de Dios”.
El alma intenta conocer a Dios desde su razón y su emoción, y le llama a esto “culto”. La religión usa el culto para jactarse de grandes cosas y presume, con esto, que conoce a Dios. Esta forma de vida discapacita al hombre, haciéndolo torpe al llamado de Dios.

El Evangelio del Reino tiene su “culto racional” (Ro 12:1), ese es nuestro culto que debemos fructificar y multiplicar.
El Evangelio del Reino plantea al Hijo de Dios el desafío de continuar a través de nuestra existencia, que el Reino de Dios se mantenga visible a la siguiente generación (Col 1:13).

El Reino de Dios tiene una expansión y esta expansión se lleva a cabo en la Tierra, como lo fue en el inicio desde el huerto, que ADAM enseñoree y sojuzgue, y ahora el postrer ADAM continúa esa labor.

Cuando Jesús se hizo carne planteó el reto que cada Hijo de Dios después de Él, debe superar, que el Reino sea tangible a toda criatura. El Evangelio del Reino anuncia salvación, cambio de naturaleza y también un cambio de jurisdicción con un territorio.

El evangelismo es la acción de los Hijos, que produce el punto de partida de la transformación de toda criatura y en todos los niveles de la creación como lo fue en el principio, para establecer un nuevo dominio. En el Evangelio del Reino hay la potestad para separar lo Santo de lo profano, descubrirlo es la clave del entendimiento del ministerio de la reconciliación, Dios nos reconcilió consigo mismo por Cristo y Dios estaba en Cristo reconciliando consigo mismo al mundo. La reconciliación solo sucede entre personas que tenían lazos de amistad y que por alguna razón se rompieron. Así mismo, solo lo que fue conocido por Él es reconciliable en Él y el Evangelio del Reino nos da la posibilidad para diferenciar lo reconciliable de lo que no lo es, evitando así las mezclas. No se puede evitar que el trigo y la cizaña crezcan juntos, pero la parábola nos dice que si se podía ver claramente quién era trigo y quién era cizaña, y ese es el entendimiento de este tiempo, saber quién es quién, y darles el Evangelio del Reino a los del trigo, aunque haya cizaña en el mismo campo.

Así que el Reino tiene su Evangelio y un culto (Racional), que se convierten en promotores, en mi opinión, que es el objetivo magno, de establecer los usos y costumbres del cielo expresada como una cultura global.

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