Familia ADR

«La Mente de Cristo te permite planificar la reforma que tú generación demanda para calzar en la potestad de Dios(Hch 26:18)»

domingo, 12 de mayo de 2019

EL HEREDERO NIÑO


Ga 4: 1-2 Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo; sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre.

“Es más fácil construir niños fuertes, que reparar adultos rotos”

Hay herencia que no alcanzamos hasta el día de hoy, por causa de la inmadurez. El Nuevo Nacimiento plantea una condición de vida diferente, por causa de una naturaleza distinta, la divina.
Es oficio del ser espiritual comunicar correctamente esta nueva naturaleza al resto del ser. Los tutores y curadores tienen como vocación comunicar al recién nacido su nueva condición. Y esto tomará un tiempo hasta que su conducta certifique que ya están listos para la herencia.
Estar listo para la herencia, es tener la capacidad de administrar y gestionar los recursos y planes de Dios, desde la propia existencia. Y ahí es donde el crecimiento tiene que ir a la par con el desarrollo y avance que encontramos desde el Espíritu de Dios.
En 1Co 4: 1 dice que somos administradores de los misterios de Dios, y un administrador no puede seguir siendo cualquiera. Se requiere de cierta capacidad que avale, que la gerencia del nuevo nacido de la herencia de Dios, de aquí en adelante, esté a la altura del desafío.
Y no se trata únicamente de conocimientos económicos sino de descubrir el sistema administrativo del Reino de Dios.
Ser un heredero niño, significa que aún no estamos con todo lo que se necesita para echar mano de la herencia, porque se necesita ser responsable de lo que uno hace y un niño no lo es.
El Espíritu de Dios educa el corazón del hombre y el empezar a descubrirlo, trabajo del nacido de nuevo. Éste profesorado descubre y da forma los talentos que dispuso Dios de antemano, en nuestro ser, para llevar a cabo su obra. Un buen tutor o curador son expertos en esta nueva manera de educación que empezamos a considerar hoy.
Es necesario que las oraciones y las acciones que surjan de esto, también estén orientadas para pedirle a Dios, que la forma como respondamos a lo que nos acontece produzca en nosotros madurez. Que no es algo que aparece así nomás, sino que es formado con todas las vicisitudes de la vida. Y así ir creciendo y desarrollando la responsabilidad necesaria para la cosas grandes.
Recibir la instrucción cuando se es niño es anticipar y prevenir futuros fracasos, es planificar el bienestar que formará parte de mi vida cuando mis tutores ya no estén.
La madurez será la señal del padre de que nuestro tiempo a llegado, para estar a cargo de sus bienes.

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