Familia ADR

«La Mente de Cristo te permite planificar la reforma que tú generación demanda para calzar en la potestad de Dios(Hch 26:18)»

sábado, 11 de mayo de 2019

LA PLANIFICACIÓN COMO UN PRINCIPIO EN LO PROFÉTICO



Lc 14: 28-30 Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?
No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.
Entendemos con este ejemplo que dijo JesúsCristo que fue para exponer la renuncia como la condición de un discípulo.
También nos sujeta a un principio, muy natural en nosotros, la planificación con propósito. La torre que hace mención Jesús, es la torre que se levanta en los viñedos para que desde lo alto vigilar, y así mantener a raya a los ladrones que saquean las uvas. Un ejemplo muy común entre los que le oían en ese momento a Jesús.
Y la renuncia, otro ejemplo práctico, entre las personas que son emprendedoras. Un emprendedor puede entender en su total magnitud, la renuncia, porque sacrifica tiempo, relaciones y descansos para alcanzar sus metas con una fecha de vencimiento que nunca termina, si es que verdaderamente está comprometido con su meta. Éste no reconoce el cansancio como obstáculo, ni el aburrimiento como motivo para detenerse, solo prosigue hacia adelante como si nada existiera más importante que su propósito.
Ante lo dicho, un discípulo de JesúsCristo es un estadista y un audaz Hijo de Dios; en el Reino de Dios la salvación, el cambio de Naturaleza y la nueva jurisdicción, cobra sentido. Se unen para revelar que la razón de nuestra existencia sobrepasa por mucho a los mejores planes que nuestra creatividad pueda concebir. Esto no quiere decir que no estudiemos una carrera profesional, técnica u oficio, sino que, lo que estudiemos sume al plan maestro de Dios.
Este principio lo podemos también aplicar al nivel del matrimonio, el reino de Dios empezó con una pareja en el Génesis, y hasta el día de hoy, esto sigue vigente. Cada matrimonio encierra en sí mismo un viñedo y es menester de los padres construir una torre, es decir, desarrollarse en el Espíritu profético para que desde allí, ver más allá y planificar sus acciones futuras. Esta manera de vivir cuida el viñedo que el señor les da. El viñedo es también una matriz, es el acceso por donde los futuros Hijos de Dios ingresan a la creación, y cada Hijo nace con un fin. Según el sistema del mundo, ese fin lo van descubriendo en el camino y en otros casos muchos no lo encuentran, en el reino ya no tiene que ser así.
El 45% de egresados técnicos y universitarios no es feliz con la carrera que estudió (fuente link a continuación,  https://gestion.pe/economia/management-empleo/45-egresados-tecnicos-universitarios-feliz-carrera-estudio-262087)
Si a eso le sumamos que de los que inician estudios universitarios el 40% no lo termina, el porcentaje de descontento general, es enorme.
La reforma que fue iniciada con Lutero, por lo menos la más famosa de todas, tuvo una razón básica y primordial que aún está vigente hasta hoy, y que consiste en hacer las cosas desde la manera de Dios. Que en aquel tiempo no se veía tan claramente, sin embargo, en el día de hoy le podemos dar un nombre, El Reino de Dios.
A continuación quiero enfatizar solo un punto de que para que sirve ser profético, nivel hogar familia. Ser profético en este sentido se refiere a que los padres sepan porqué los hijos nacen y cuál es la función de ellos en el plan maestro de Dios, no es sólo hacer de ellos personas de bien, sino que estas personas de bien sumen a la causa de Cristo. Entonces, instruir al niño en su camino, toma mayor sentido. Es descubrir por el Espíritu de la profecía el rumbo que el niño tendrá en su paso por la vida en esta tierra. Recuerda, “es instruirlo en su camino”, y no en el camino que supones que creas que será para él. Entonces los padres ya no viven la vida para progresar, que no creo que esté mal, sino que viven la vida para financiar a través de su progreso la causa de Cristo en los hijos. Esto va más allá de llevarlos a una buena escuela y una gran universidad, sino que todo esto suma a la voluntad de Dios. Es todo un cambio de mentalidad, porque antes solo pensábamos que hacer la voluntad de Dios era portarse bien, ahora vemos que también hacer su voluntad es ser instruido y educado desde niño para integrarme al plan maestro de Dios. Y que todo lo que soy y pueda ser no estorba, sino que es un valor agregado para cumplir eficientemente su voluntad.
Y para lograrlo se necesita padres que nazcan de nuevo, que fluyan en el Espíritu e inicien a los hijos, para que sean Hijos de Dios eficientes y productivos al Reino.
Padres que conocen la razón del porqué traen hijos al mundo, son padres que crean atmósferas que rodean a los hijos en lo que van hacer más adelante, son padres que no gastan dinero en karate, básquet o natación, para mantenerlos ocupados durante el año o las vacaciones, sino que invierten dinero en materias específicas que forman un carácter ejecutivo en los hijos para administrar lo que más adelante será su asignación en Dios.
Nadie pensó que traer hijos al mundo, tenga que envolver un conocimiento detallado de lo que serán ellos más adelante. Solo se pensó que era la voluntad de Dios el engendrarlos y que la voluntad de Dios no comprendía saber el destino de cada uno de ellos.
Sentarse a calcular los gastos de la construcción de la torre y ver si tiene lo que se necesita para acabarla, es hablar con el dueño de la viña para tener acceso a la profecía de cada uno los hijos, que ya fueron asignados para que nazcan a través de uno. Esta información anticipa para presentar defensa a futuros ataques contra el niño, y se establece una planificación del crecimiento del infante con conocimiento de causa, anulando la incertidumbre.
La dedicación de los niños al señor se a vuelto un ritual vacío en muchos lugares, porque se cree que presentar al niño es rezar una oración y listo, cuando verdaderamente presentamos a los niños al señor para que por su Espíritu conocer que será de él más adelante, presentarlo es anticiparle a los padres, si es que éstos no conocen nada de Dios, el destino de su Hijo, y para los que conocen, es confirmarles lo que Dios ya les dijo antes.
Vivir así produce un mayor distanciamiento entre sistemas, el de Dios con el del mundo, y nos permite acomodarnos mejor a ese cambio de jurisdicción que el Evangelio del Reino de Dios pregona.
Creo conscientemente que lo dicho, no es todo. Sin embargo, es un punto que debiéramos considerar diariamente si es factible o no para que una nueva generación que conquista vea la luz de un nuevo amanecer en los Hijos de Dios

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