Familia ADR

«La Mente de Cristo te permite planificar la reforma que tú generación demanda para calzar en la potestad de Dios(Hch 26:18)»

jueves, 25 de julio de 2019

SALVACIÓN


He 2: 3 ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?

La Salvación en su forma básica es: ser librado, preservado, liberado, rescatado, sanado, estar seguro.
Si atendemos con cuidado, notamos que falta algo, ¿De qué somos salvados?
El hombre en su abstracción, supone, que nos salvamos del infierno, como el único fin de la salvación; lo cual lo incluye, pero no es toda su dimensión.
La Salvación también acarrea un acceso al informe de daños, a través de la inteligencia de D-os, para luego entender de qué somos librados. Es decir, es darse cuenta de que, ser librado de la potestad de las tinieblas, conlleva saber “sus consecuencias”, es un nivel de conocimiento necesario para apreciar la real dimensión de la salvación. Nadie suele relacionar que la salvación conlleve saber que existe un informe de daños y pérdidas causadas por el pecado, eso también comprende, nuestras malas desiciones.
Si la Vida Eterna es el conociendo de D-os y de su Hijo; Salvación es el entendimiento y reconocimiento, de que efectivamente hemos sido asegurados para D-os, y que también somos informados de los daños y las pérdidas causadas por las tinieblas mientras estuvimos ahí.
La manera de pensar que traemos del mundo, es para el  Reino, uno de los mayores defectos que impiden movilizar los recursos de Cristo dentro de nuestra existencia. Porque la existencia, es el momento que D-os nos dió dentro de la historia de su creación; y el llenarla con una vida efímera, según la carne; o una vida eterna, según Cristo, es la pauta.
Porque el vivir, es un regalo universal; pero el vivir abundantemente, es un asunto del Reino de D-os.
En un alcohólico, su rehabilitación comienza cuando reconoce su condición y las consecuencias de sus actos, así mismo, estamos alcoholizados de tinieblas y es preciso tener un informe detallado de los daños, tal informe no debe deprimir y desanimar, sino que nos ayude a apreciar mejor la real magnitud de la Salvación. Y evitar que personas con 10, 15 o 20 años en una congregación, tengan que recién enterarse, de entrar en procesos de liberación por los daños directos y colaterales que las tinieblas les causó; tener el informe de daños, traslada este proceso a una etapa temprana de nuestro engendramiento en el espíritu, que nos habilita para el desenvolvimiento dentro del Reino de D-os.
Tener el informe de daños trasmite eficiencia, porque desaloja lo que estorba y nos encauza por donde debemos comenzar primero en la etapa de restauración.
Y aún más, trasladarlo a nuestros Hijos en la etapa infante, es decir, que nuestros jóvenes tengan visiones y que nuestros hijos y nuestras hijas profetisen, implica que no es un suceso único de un culto congregacional, sino que, es el conocimiento a temprana edad de que tu hijo y tu hija, describen con palabras la visión de D-os, en sus corazones, proclamando la autorización del Padre, para hacer realidad su voluntad, y darlo a conocer de una manera tangible a través de su existencia.
Los padres en este ámbito tienen que hacer posible, que sus hijos puedan leer desde niños, lo que D-os imprimió en sus espíritus desde el principio, y darlo a conocer, primero a si mismos y luego a su entorno.
La Salvación es el rescate que D-os hace al hombre, que lo autoriza para salir del dominio de las tinieblas y de la ignorancia; y saber su influencia y el informe de daños de ésta, una prioridad que me quita lastre y me habilita, para que imperturbablemente transite como un ciudadano del Reino de D-os.
El Nacer de Nuevo te habilita en esta nueva ciudadanía, y su Evangelio, el del Reino, el instrumento fecundador de D-os hacia la creación.
La Salvación es anunciada por este Evangelio y si eres fecundado a través de el, tu Nacer de Nuevo se convierte en un asunto de Estado.
¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?

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