Familia ADR

«La Mente de Cristo te permite planificar la reforma que tú generación demanda para calzar en la potestad de Dios(Hch 26:18)»

miércoles, 23 de noviembre de 2016

SEMANA DE YªHWēH: DÍA UNOb

Oir al cielo, para saber obedecer.
Contando los días, como los días de la creación.

Cada día que pasa, pasa dos cosas: puedes pasar los días, según tu alma; o pueden pasar los días, según el  shamayin/cielo. Para obedecer es necesario oir y si oyes sabrás que lo que haces va de acuerdo a lo oído.

Hay muchas cosas que hacemos hoy, de las cuales no tenemos la menor idea si tiene que ver con el reino. El trabajo, el negocio, amistades, pensamientos, etc. Y ya no tiene que ser así, ...Tú y yo, desde ahora, hablamos lo que sabemos/YADA y de aquí en adelante testificamos de lo que hemos visto...Jn 3:11

Es necesaria la luz del primer día para poder saber/yada todas las cosas. Es necesaria la LUZ, bereshit 1:3, para que sean alumbrados los ojos de nuestro corazón/lev/levab y de nuestro binah/entendimiento.

Somos testigos del Mashiaj, por hablar lo que sabemos y  testificar lo que hemos visto de él, y saber de él, no es griego, es desde el hebreo; saber es YADA, conocer por experiencia, conocer por observación, nuestro mesías lo explicó así: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente, Jn 5:19, esto es un método de enseñanza de aprender observando en tiempo real lo que el padre hace; este método es un conocimiento progresivo que se va formando por interactuar con todos nuestros sentidos, y en nuestro caso, también el sentido que va más allá de nuestros cinco sentidos, y así dar el salto al discernimiento espiritual.
Tus ojos, tus oídos; tu tacto, tu gusto; no basta para capturar lo que él es, al inicio si puede ser, pero no es todo lo que puedes sentir de él, por eso nos dotó de un espíritu para que de espíritu a Espíritu pudiéramos conocer/YADA; más allá de lo humanamente posible de él.

La luz del primer día, es toda la luz que necesitamos, pero no hemos nacido con ese conocimiento, eso lo aprendemos después, en el engendramiento del espíritu. Porque si hemos nacido de nuevo, en el espíritu, también hemos adquirido una nueva mente, una espiritual, llamada la mente de Cristo.

Proclamemos continuamente que mi conocimiento/YADA crece con el alba y que nunca mi relación con YHWH conocerá el ocaso. Declaro que no menguo y que todo intento de mi alma por detenerme no prospera, que mi corazón ve al "invisible" y mi mente natural colapsa y se sujeta a Yahshuah. Amén

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