Familia ADR

«La Mente de Cristo te permite planificar la reforma que tú generación demanda para calzar en la potestad de Dios(Hch 26:18)»

lunes, 22 de abril de 2019

JURISDICCIÓN DEL REINO



Ga 1:4  el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre,

¿Qué quiere decir este versículo?
Que JesúsCristo se dió por nuestros pecados, para arrancarnos del lugar en donde nos hallábamos sin él, es decir, de la potestad del presente sistema malo, que ocasiona en sus habitantes una fatiga dolorosa; y nos a trasladado a su Reino y sus sistemas (Col 1: 13).
JesúsCristo al darse a sí mismo pregona a nuestro ser espiritual esta verdad, que tiene que ser efectiva, real y tangible; en cada uno de nosotros.
“El darse a sí mismo por nuestros pecados es una enorme prueba de amor a la voluntad de nuestro Dios y Padre”
Es un amor que rompe los márgenes de medición que pueda tener el corazón y el alma del hombre para valorarlo; la escala, de este amor, llega hasta el Cielo, pudiendo ser apreciado sólo por él mismo, ya que él es el origen del Amor.
El darse a sí mismo por nuestros pecados, nos anuncia que al ser trasladados de jurisdicción hacia la suya, nos dota con un dominio, es decir, un territorio. No solemos ver el Reino de Dios como un palmo de tierra que debemos administrar, sin embargo, sospecho que es así. Si hemos sido arrancados de la potestad, es decir, jurisdicción del presente sistema, lo hemos sido para levantar un sistema propio del Reino de Dios que es antagónico al presente sistema, y por tal razón para que la jurisdicción de Dios cese de ser una visita, se tiene que adjudicar de un territorio. Porque somos embajadores y nuestra casa la cede de ésta, sin embargo, nuestras vidas esconden la sagacidad de Dios, la expansión a lo largo y lo ancho de toda la creación.
El Reino de Dios es Espiritual, es invisible, el alma del hombre lo trata de contener en su corazón, sin embargo, por ser invisible no significa que no es real para la creación, porque hoy estamos empezando a vivir en la fe del Hijo de Dios (Ga 2:20); no tu fe, ni la mía, sino la suya, la de JesúsCristo; y por esa fe “entendemos” que lo que se ve, fue hecho de lo que no se veía (He 11:3), hoy no se ve el Reino de Dios, es trabajo de los Hijos de Dios y del vivir desde la fe del Hijo de Dios, Jesús Cristo, hacerlo visible en mi generación.
El Nuevo Nacimiento trae consigo una Nueva Mente, la de Cristo, que nos habilita para “entender” desde él y por él, el vivir en su fe.
Por eso que la Cruz tiene un significado importante y “entenderlo” (desde su mente) debe tener la máxima prioridad en el día a día de nuestro Hombre Interior. Estar juntamente crucificado con él, es participar de sus padecimientos, es decir, de la oposición que la carne plantea a la misión del Cristo que llevamos dentro, el avance constante y sostenible del Nuevo Hombre en nosotros es la decadencia que provoca el Cristo revelado a la carne, dando origen al “ya no vivo yo", es decir, la carne y sus deseos no me gobiernan, y el “más vive Cristo en mí” es el descubrimiento cotidiano y cada vez más elevado del “entendimiento”, por su Mente, de sus recuerdos, de sus experiencias; de sus habilidades y de la paternidad que Cristo experimentó cuando se hizo carne y habitó entre nosotros.
“Más vive Cristo en mí”, quiere decir, que la voluntad del Padre es mi comida; que nada hago por mi propia cuenta, sino lo que “veo hacer al Padre”, es posible; que lo que hablo, lo oigo decir a Dios, es también para mí; que los niveles de comunión de JesúsCristo con el Padre, también lo puedo disfrutar yo; que la santidad no se explica para que el hombre natural obedezca, sino que es la virtud de Cristo que atiende a la naturaleza de Dios.
“Más vive Cristo en mí”, es haber descubierto que hemos sido absorbidos por la naturaleza de Cristo, y que ahora somos partícipes de ella (2Pe 1: 4).
“Más vive Cristo en mí”, es tener acceso a los recursos, suministros, provisión, logística, capacidad de gestión, de la herencia de la cual somos copartícipes (Ro 8: 17).
Y para tener acceso a todo esto, hay que Nacer de Nuevo y con su Mente indagar en el espíritu todas estas verdades.

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