Is 11:12-13 Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra.
Y se disipará la envidia de Efraín, y los enemigos de Judá serán destruidos. Efraín no tendrá envidia de Judá, ni Judá afligirá a Efraín;
Los opositores de nuestra Emunah/Fe, alegan: Judá e Israel, son lo mismo. Cuando verdaderamente no es así, y soy reiterativo repitiendo esto, hasta que una mayoría entienda que: Israel vuelve del destierro, destierro significa: expulsión de un lugar o territorio, ¿quién da la orden? El mismo gobierno. El Reino de Israel fue desterrado por el mismo YHWH, Os 1:4,6,9. En cambio exilio, es diferente, porque uno huye a otra tierra, ya sea, obligado o no, pero en el destierro, es el mismo gobierno que te expulsa bajo pena de muerte, si vuelves.
Llegará un día que se disipará la envidia de Efraín, esta envidia, hace que un grupo de los que estamos regresando, Efraín, adoptemos costumbres de Judá, creyendo que así es la manera correcta de regresar. Efraín en su envidia, quiere ser como Judá, y por eso, hemos visto como se visten cómo judíos, adoptando una identidad que no nos corresponde. Vemos ejemplos: celebran fiestas como judíos, shabbath como judíos, lunas nuevas cómo judíos, nosotros no somos judíos, ELLOS SON NUESTROS HERMANOS MAYORES, HAY QUE RESPETARLOS A PESAR DE SU INCREDULIDAD EN EL MESÍAS, nosotros somos Efraín.
Un ejemplo, algunos no hacen las siguientes cosas, dadas por el judaísmo, en el shabbath:
1• Cocinar
2• Manejar auto o motocicleta
3• Tocar dinero
4• Usar electricidad, apagar encender luces, artefactos eléctricos y demás.
5• Usar papel higiénico en todas sus variantes
6• Usar teléfonos
7• Regar o recoger plantas
8• Escribir, borrar o romper letras.
Nosotros, no practicamos el judaísmo, y el mundo cristiano no ha podido entender eso, porque algunos de nosotros entramos en judaísmo, sin notarlo.Y hasta algunas veces nos confunden con adventistas.
Con esto estoy diciendo: ¿qué no te juntes con un judío por su judaísmo?
No, el judío puede ser tu hermano, tu pariente, tu amigo, tu compañero de trabajo, tu vecino, tu empleador o tu conocido. Nosotros tenemos que respetar su religión, pero respetar, no quiere decir compartirla a los demás.
Y si un judío, que vive de verdad su judaísmo, me invita al shabbath, ¿Qué hago?
Si tienes claro lo antes mencionado y tienes la madurez para hacerlo, puedes ir. Tendrás que respetar, y si es el caso, participar de todo lo que se desarrolle, según su judaísmo, dentro de las cuatro paredes de su casa. No podemos caer en disputas, en pleno shabbath, con el anfitrión. Si vas, es porque estás dispuesto a participar, porque estás en su casa, ¿Por qué?, Porque cuando cruzas el umbral de su puerta, estas diciendo silenciosamente, que te sometes a las leyes de hospitalidad del anfitrión. Y toda contradicción, de estas leyes de hospitalidad, son una ofensa para el anfitrión. Sino estás dispuesto a hacer esto, mejor no vayas.
También está el caso que, hoy en día existen muchos judíos laicos, se llaman judíos pero no tienen religión, pero practican shabbath y fiestas, sólo por tradición y no porque crean en YHWH. Por eso, es preciso hacer una investigación exacta de tales judíos, porque sería más fácil evangelizar con el Mesías, ya que, no están familiarizados con las tradiciones y leyes del talmud. Les podemos presentar la TORAH libre de agregados de leyes rabínicas anti Torah, exactamente como nuestro Mesías hizo en el siglo primero. Hemos olvidado que una de las funciones del Mesías es dar la correcta interpretación de la TORAH, y parte de dar la correcta interpretación, es presentar la Torah libre de agregados de hombre, y nosotros como herederos de esa labor mesiánica, debemos de hacer lo mismo. Es preciso aclarar, no todo lo rabínico es malo, por eso, es preciso investigar. Un ejemplo: la sinagoga, no está en la Torah, es un invento fariseo, pero nuestro Mesías no lo abolió, es más, se reunía cada día de reposo en una sinagoga, que con el tiempo se transformó en los locales de reunión que tenemos hoy en día. En la sinagoga se ora, alaba, adora, no así, en Jerusalén, porque ahí estaba el templo, pero fuera de Jerusalén, donde ir al templo era difícil, estaba la sinagoga. Nosotros, hoy, hacemos lo mismo, oramos, alabamos y adoramos, en los locales de reunión, herencia antigua de los fariseos.
Entonces, un judío laico, es una buena oportunidad de hablarle del Mesías, pero tenemos que hacerlo desde la TORAH, demostrarles que no estamos en contra, de lo que vagamente recuerda de la ley de Moisés, demostrarles que no queremos meterlo en una nueva religión, sino que, estamos continuando con la purificación que nuestro Mesías inició en el siglo primero, de volver a la Torah libre de agregados y tradiciones que van en contra de algún mandamiento.
#yomekjad
