Familia ADR

«La Mente de Cristo te permite planificar la reforma que tú generación demanda para calzar en la potestad de Dios(Hch 26:18)»

jueves, 30 de mayo de 2019

VIDA ETERNA


Gn 2:16-17 Y mandó Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

“El hombre no fue formado para regir sobre el conocimiento del bien y del mal. Fue creado para vivir eternamente”

Gn 3:22  Y dijo Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.

El enfoque popular se ha posado en la desición del primer Adán, y de cómo éste respondió al desafío de la obediencia. Yo me enfoco en esta ocasión, en la expresión: “viva para siempre”. Viva para siempre es la Vida Eterna y Vida Eterna es “conocer” al único Dios verdadero y JesúsCristo, Jn 17:3.
Este conocer es recordado a la humanidad, de aquel tiempo, por medio de Cristo, generando un eco de revelación que resuena hasta nuestros días. Al primer Adán por manufactura, del árbol de la vida, podía comer; es decir, conocer a Dios y al verbo JesúsCristo, era lícito comer, pero fue postergado hasta el tiempo del verbo hecho carne.

JesúsCristo con el Nuevo Nacimiento nos devuelve lo dicho en el huerto, por eso que su carne es verdadera comida y su sangre verdadera bebida.

Hemos sido puestos nuevamente en el camino que se inició en el huerto, en la ruta del conocimiento de Dios y de su Hijo a través de su mente. Hoy sabemos de la palabra conocimiento de una forma muy al estilo Adán caído, es decir, sin la conexión divina para alcanzarlo. En el Nuevo Nacimiento se nos devuelve la conciencia de ello, y por su mente el cómo lograrlo. Ciertamente hemos muerto ante Dios y rechazados por nuestra condición, sin embargo, la opinión de Dios JesúsCristo es favorable para nosotros en este tiempo, desde los días del verbo hecho carne nuestra suerte a cambiado, se nos retornó, por su Nuevo Nacimiento, el poder comer del árbol de la vida y vivir para siempre en Él, conocerlo como Dios y Padre, y al Hijo como un hermano, es decir,  volvemos a ser familia de Dios. Y no lo digo a la ligera, considero con cuidado su sustancia y naturaleza, manifestado con poder en Él, lo cual también se nos es dado, si es que compartimos su misma naturaleza.
El hombre desde el principio fue creado para conocerles y el derecho de regir sobre el conocimiento del bien y del mal, a Dios. Y esto es entendible hoy, del por qué somos justos a través de Él, porque la capacidad y la potencia para contenerlo solo ellos lo pueden lograr.
Cuando somos fecundados por su palabra empezamos a transitar en su vida eterna, en su sustancia y su mente.
Así que vivimos para siempre, gracias JesúsCristo, por tal gracia que recién empiezo a conocer hoy.

#laMentedeCristo

domingo, 19 de mayo de 2019

LA VIDA DE CRISTO


Col 3: 3-4 Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.

La vida comúnmente se expresa según la esencia y el valor que el individuo le estime.

La vida es más que el conjunto de eventos que un individuo pueda tener; la vida es, Cristo. El nuevo nacimiento educa al ser espiritual que la vida no se explica con un concepto, sino que se expresa con una sustancia. Y el elemento docente para descubrirlo, la mente de Cristo.
Este diálogo íntimo entre su Espíritu y mi espíritu renacido, exterioriza su imagen, desde nuestros cuerpos mortales. JesúsCristo manifestó la Vida de Dios desde un cuerpo igual al nuestro, igual por qué, porque se cansaba, sentía hambre, reía, lloraba, etc. Y con todo pudo decir que como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; y es esa vida la que empieza a surgir de en medio nuestro, que por el Nuevo Nacimiento se nos empieza a ser revelado.
Es por lo que Él hizo que esa vida se nos revela, como el descubrimiento cotidiano que somos, salimos y volvemos a donde todo comenzó, a Él. JesúsCristo desde la carne modeló lo que sería para nosotros, después de Él, el Nuevo Nacimiento, Jn 1: 14.
El Nuevo Nacimiento es el punto de partida de la manifestación de la vida de Cristo, por eso lo que somos se esconde en Él. Y estar escondido en Él es descubrir que el cuerpo ya no debe reaccionar a su antojo según sus deseos y pasiones, sino según la voluntad del Espíritu, Ga 5: 25, claro está, que este reconocimiento sea viable en el desenvolvimiento diario de la persona, y no una mera suposición.
JesúsCristo crea la patente de que si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu, esto es una marca inconfundible de un Hijo de Dios Nacido de Nuevo. El andar por el Espíritu consiste en manifestar a través de nuestros cuerpos mortales el vigor, para llevar a cabo el deseo de Dios, dado a conocer por su Espíritu.
JesúsCristo no se preocupó en hablar tanto que era un nacido de nuevo, porque el manifestó la Vida del Padre, es decir, su carácter y poder, que se nos es transferida hoy en su sustancia, y renovada día a día en el hombre interior, 2Co 4: 16.
No se está diciendo que la carne se hace buena, sino que, la Vida de Dios, es decir, la de Cristo se manifiesta a través de nosotros.
Esto merece una aclaración, esta manifestación consiste en que somos atravesados por él  y no es nada agradable, Hebreos 4: 12 nos lo confiesa: la palabra, es decir, Cristo es Viva (vida de Dios) y eficaz (cumple su cometido), es decir, por símil, así como el propósito y la inclinación de la carne es enemistad contra Dios, cuyos rasgos notables es que no se sujetan a la ley de Dios, y ni tampoco pueden, Ro 8: 7, así mismo el espíritu renacido es reconciliado con Dios por una naturaleza común que lo vincula, desde el principio con Él y se manifiesta con carácter y poder, así como Cristo lo hizo cuando estuvo en la carne y habitó entre nosotros.
Se entiende que hay  obras que sólo él lo pudo hacer, sin embargo nos referimos a aquellas obras que según Juan 14: 12 también haremos, y no solo consiste en repetir lo que se puede leer de Él en los evangelios, sino de llevar a cabo las obras escondidas en Él para ser hechas por nosotros en este tiempo, Ef 2: 10. Aquellas obras en misterio que son reveladas por su mente, la de Cristo, para saber qué hacer, en dónde, cuándo y con quién su obra.
Hasta el momento accionamos según nuestros pareceres, si es que no recibimos una respuesta por parte del Espíritu. La vida del Espíritu nos plantea que hay una transición de las desiciones basado en lo terrenal, hacia la desición por lo revelado desde lo Espiritual.
La vida de Dios a través de JesúsCristo nos permite participar de esta dinámica que trasforma la manera de ver que teníamos de la vida antes de Él.
Él es más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partirnos, es decir, atraviesa nuestra alma y espíritu, en el acto del sacrificio el sacerdote abre el cordero y expone las entrañas, así mismo se expone lo más íntimo de nuestra alma y el espíritu, hasta llegar a nuestro cuerpo afectando lo más básico de el, los genes. No dejando de lado al corazón, ya que, el es la puerta entre el alma y el espíritu, discerniendo sus pensamientos e intensiones, es decir, auditando todo lo que hay ahí, empezando un proceso académico de aprendizaje desde la mente de Cristo hacia el corazón.
Es preciso una escolaridad de todo Nacido de Nuevo, que atienda esta nueva demanda que surge por el traslado de jurisdicción de la potestad de las tinieblas hacia el reino del amado Hijo, la vida de Dios forma parte de esta nueva participación que cada uno debemos estar advertidos, que salvación no es sólo ir al cielo sino que la creación tome parte también de la salvación como el principio de una manera de vivir diferente, con costumbres propias de la sustancia de Dios, con una nueva identidad por su naturaleza y un territorio (jurisdicción) que se hace cada vez evidente entre los Hijos de Dios de este tiempo, que así tiene que ser, para llevar acabo su obra en la tierra.

#laMentedeCristo

domingo, 12 de mayo de 2019

EL HEREDERO NIÑO


Ga 4: 1-2 Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo; sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre.

“Es más fácil construir niños fuertes, que reparar adultos rotos”

Hay herencia que no alcanzamos hasta el día de hoy, por causa de la inmadurez. El Nuevo Nacimiento plantea una condición de vida diferente, por causa de una naturaleza distinta, la divina.
Es oficio del ser espiritual comunicar correctamente esta nueva naturaleza al resto del ser. Los tutores y curadores tienen como vocación comunicar al recién nacido su nueva condición. Y esto tomará un tiempo hasta que su conducta certifique que ya están listos para la herencia.
Estar listo para la herencia, es tener la capacidad de administrar y gestionar los recursos y planes de Dios, desde la propia existencia. Y ahí es donde el crecimiento tiene que ir a la par con el desarrollo y avance que encontramos desde el Espíritu de Dios.
En 1Co 4: 1 dice que somos administradores de los misterios de Dios, y un administrador no puede seguir siendo cualquiera. Se requiere de cierta capacidad que avale, que la gerencia del nuevo nacido de la herencia de Dios, de aquí en adelante, esté a la altura del desafío.
Y no se trata únicamente de conocimientos económicos sino de descubrir el sistema administrativo del Reino de Dios.
Ser un heredero niño, significa que aún no estamos con todo lo que se necesita para echar mano de la herencia, porque se necesita ser responsable de lo que uno hace y un niño no lo es.
El Espíritu de Dios educa el corazón del hombre y el empezar a descubrirlo, trabajo del nacido de nuevo. Éste profesorado descubre y da forma los talentos que dispuso Dios de antemano, en nuestro ser, para llevar a cabo su obra. Un buen tutor o curador son expertos en esta nueva manera de educación que empezamos a considerar hoy.
Es necesario que las oraciones y las acciones que surjan de esto, también estén orientadas para pedirle a Dios, que la forma como respondamos a lo que nos acontece produzca en nosotros madurez. Que no es algo que aparece así nomás, sino que es formado con todas las vicisitudes de la vida. Y así ir creciendo y desarrollando la responsabilidad necesaria para la cosas grandes.
Recibir la instrucción cuando se es niño es anticipar y prevenir futuros fracasos, es planificar el bienestar que formará parte de mi vida cuando mis tutores ya no estén.
La madurez será la señal del padre de que nuestro tiempo a llegado, para estar a cargo de sus bienes.

sábado, 11 de mayo de 2019

LA PLANIFICACIÓN COMO UN PRINCIPIO EN LO PROFÉTICO



Lc 14: 28-30 Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?
No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.
Entendemos con este ejemplo que dijo JesúsCristo que fue para exponer la renuncia como la condición de un discípulo.
También nos sujeta a un principio, muy natural en nosotros, la planificación con propósito. La torre que hace mención Jesús, es la torre que se levanta en los viñedos para que desde lo alto vigilar, y así mantener a raya a los ladrones que saquean las uvas. Un ejemplo muy común entre los que le oían en ese momento a Jesús.
Y la renuncia, otro ejemplo práctico, entre las personas que son emprendedoras. Un emprendedor puede entender en su total magnitud, la renuncia, porque sacrifica tiempo, relaciones y descansos para alcanzar sus metas con una fecha de vencimiento que nunca termina, si es que verdaderamente está comprometido con su meta. Éste no reconoce el cansancio como obstáculo, ni el aburrimiento como motivo para detenerse, solo prosigue hacia adelante como si nada existiera más importante que su propósito.
Ante lo dicho, un discípulo de JesúsCristo es un estadista y un audaz Hijo de Dios; en el Reino de Dios la salvación, el cambio de Naturaleza y la nueva jurisdicción, cobra sentido. Se unen para revelar que la razón de nuestra existencia sobrepasa por mucho a los mejores planes que nuestra creatividad pueda concebir. Esto no quiere decir que no estudiemos una carrera profesional, técnica u oficio, sino que, lo que estudiemos sume al plan maestro de Dios.
Este principio lo podemos también aplicar al nivel del matrimonio, el reino de Dios empezó con una pareja en el Génesis, y hasta el día de hoy, esto sigue vigente. Cada matrimonio encierra en sí mismo un viñedo y es menester de los padres construir una torre, es decir, desarrollarse en el Espíritu profético para que desde allí, ver más allá y planificar sus acciones futuras. Esta manera de vivir cuida el viñedo que el señor les da. El viñedo es también una matriz, es el acceso por donde los futuros Hijos de Dios ingresan a la creación, y cada Hijo nace con un fin. Según el sistema del mundo, ese fin lo van descubriendo en el camino y en otros casos muchos no lo encuentran, en el reino ya no tiene que ser así.
El 45% de egresados técnicos y universitarios no es feliz con la carrera que estudió (fuente link a continuación,  https://gestion.pe/economia/management-empleo/45-egresados-tecnicos-universitarios-feliz-carrera-estudio-262087)
Si a eso le sumamos que de los que inician estudios universitarios el 40% no lo termina, el porcentaje de descontento general, es enorme.
La reforma que fue iniciada con Lutero, por lo menos la más famosa de todas, tuvo una razón básica y primordial que aún está vigente hasta hoy, y que consiste en hacer las cosas desde la manera de Dios. Que en aquel tiempo no se veía tan claramente, sin embargo, en el día de hoy le podemos dar un nombre, El Reino de Dios.
A continuación quiero enfatizar solo un punto de que para que sirve ser profético, nivel hogar familia. Ser profético en este sentido se refiere a que los padres sepan porqué los hijos nacen y cuál es la función de ellos en el plan maestro de Dios, no es sólo hacer de ellos personas de bien, sino que estas personas de bien sumen a la causa de Cristo. Entonces, instruir al niño en su camino, toma mayor sentido. Es descubrir por el Espíritu de la profecía el rumbo que el niño tendrá en su paso por la vida en esta tierra. Recuerda, “es instruirlo en su camino”, y no en el camino que supones que creas que será para él. Entonces los padres ya no viven la vida para progresar, que no creo que esté mal, sino que viven la vida para financiar a través de su progreso la causa de Cristo en los hijos. Esto va más allá de llevarlos a una buena escuela y una gran universidad, sino que todo esto suma a la voluntad de Dios. Es todo un cambio de mentalidad, porque antes solo pensábamos que hacer la voluntad de Dios era portarse bien, ahora vemos que también hacer su voluntad es ser instruido y educado desde niño para integrarme al plan maestro de Dios. Y que todo lo que soy y pueda ser no estorba, sino que es un valor agregado para cumplir eficientemente su voluntad.
Y para lograrlo se necesita padres que nazcan de nuevo, que fluyan en el Espíritu e inicien a los hijos, para que sean Hijos de Dios eficientes y productivos al Reino.
Padres que conocen la razón del porqué traen hijos al mundo, son padres que crean atmósferas que rodean a los hijos en lo que van hacer más adelante, son padres que no gastan dinero en karate, básquet o natación, para mantenerlos ocupados durante el año o las vacaciones, sino que invierten dinero en materias específicas que forman un carácter ejecutivo en los hijos para administrar lo que más adelante será su asignación en Dios.
Nadie pensó que traer hijos al mundo, tenga que envolver un conocimiento detallado de lo que serán ellos más adelante. Solo se pensó que era la voluntad de Dios el engendrarlos y que la voluntad de Dios no comprendía saber el destino de cada uno de ellos.
Sentarse a calcular los gastos de la construcción de la torre y ver si tiene lo que se necesita para acabarla, es hablar con el dueño de la viña para tener acceso a la profecía de cada uno los hijos, que ya fueron asignados para que nazcan a través de uno. Esta información anticipa para presentar defensa a futuros ataques contra el niño, y se establece una planificación del crecimiento del infante con conocimiento de causa, anulando la incertidumbre.
La dedicación de los niños al señor se a vuelto un ritual vacío en muchos lugares, porque se cree que presentar al niño es rezar una oración y listo, cuando verdaderamente presentamos a los niños al señor para que por su Espíritu conocer que será de él más adelante, presentarlo es anticiparle a los padres, si es que éstos no conocen nada de Dios, el destino de su Hijo, y para los que conocen, es confirmarles lo que Dios ya les dijo antes.
Vivir así produce un mayor distanciamiento entre sistemas, el de Dios con el del mundo, y nos permite acomodarnos mejor a ese cambio de jurisdicción que el Evangelio del Reino de Dios pregona.
Creo conscientemente que lo dicho, no es todo. Sin embargo, es un punto que debiéramos considerar diariamente si es factible o no para que una nueva generación que conquista vea la luz de un nuevo amanecer en los Hijos de Dios