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«La Mente de Cristo te permite planificar la reforma que tú generación demanda para calzar en la potestad de Dios(Hch 26:18)»

domingo, 19 de mayo de 2019

LA VIDA DE CRISTO


Col 3: 3-4 Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.

La vida comúnmente se expresa según la esencia y el valor que el individuo le estime.

La vida es más que el conjunto de eventos que un individuo pueda tener; la vida es, Cristo. El nuevo nacimiento educa al ser espiritual que la vida no se explica con un concepto, sino que se expresa con una sustancia. Y el elemento docente para descubrirlo, la mente de Cristo.
Este diálogo íntimo entre su Espíritu y mi espíritu renacido, exterioriza su imagen, desde nuestros cuerpos mortales. JesúsCristo manifestó la Vida de Dios desde un cuerpo igual al nuestro, igual por qué, porque se cansaba, sentía hambre, reía, lloraba, etc. Y con todo pudo decir que como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; y es esa vida la que empieza a surgir de en medio nuestro, que por el Nuevo Nacimiento se nos empieza a ser revelado.
Es por lo que Él hizo que esa vida se nos revela, como el descubrimiento cotidiano que somos, salimos y volvemos a donde todo comenzó, a Él. JesúsCristo desde la carne modeló lo que sería para nosotros, después de Él, el Nuevo Nacimiento, Jn 1: 14.
El Nuevo Nacimiento es el punto de partida de la manifestación de la vida de Cristo, por eso lo que somos se esconde en Él. Y estar escondido en Él es descubrir que el cuerpo ya no debe reaccionar a su antojo según sus deseos y pasiones, sino según la voluntad del Espíritu, Ga 5: 25, claro está, que este reconocimiento sea viable en el desenvolvimiento diario de la persona, y no una mera suposición.
JesúsCristo crea la patente de que si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu, esto es una marca inconfundible de un Hijo de Dios Nacido de Nuevo. El andar por el Espíritu consiste en manifestar a través de nuestros cuerpos mortales el vigor, para llevar a cabo el deseo de Dios, dado a conocer por su Espíritu.
JesúsCristo no se preocupó en hablar tanto que era un nacido de nuevo, porque el manifestó la Vida del Padre, es decir, su carácter y poder, que se nos es transferida hoy en su sustancia, y renovada día a día en el hombre interior, 2Co 4: 16.
No se está diciendo que la carne se hace buena, sino que, la Vida de Dios, es decir, la de Cristo se manifiesta a través de nosotros.
Esto merece una aclaración, esta manifestación consiste en que somos atravesados por él  y no es nada agradable, Hebreos 4: 12 nos lo confiesa: la palabra, es decir, Cristo es Viva (vida de Dios) y eficaz (cumple su cometido), es decir, por símil, así como el propósito y la inclinación de la carne es enemistad contra Dios, cuyos rasgos notables es que no se sujetan a la ley de Dios, y ni tampoco pueden, Ro 8: 7, así mismo el espíritu renacido es reconciliado con Dios por una naturaleza común que lo vincula, desde el principio con Él y se manifiesta con carácter y poder, así como Cristo lo hizo cuando estuvo en la carne y habitó entre nosotros.
Se entiende que hay  obras que sólo él lo pudo hacer, sin embargo nos referimos a aquellas obras que según Juan 14: 12 también haremos, y no solo consiste en repetir lo que se puede leer de Él en los evangelios, sino de llevar a cabo las obras escondidas en Él para ser hechas por nosotros en este tiempo, Ef 2: 10. Aquellas obras en misterio que son reveladas por su mente, la de Cristo, para saber qué hacer, en dónde, cuándo y con quién su obra.
Hasta el momento accionamos según nuestros pareceres, si es que no recibimos una respuesta por parte del Espíritu. La vida del Espíritu nos plantea que hay una transición de las desiciones basado en lo terrenal, hacia la desición por lo revelado desde lo Espiritual.
La vida de Dios a través de JesúsCristo nos permite participar de esta dinámica que trasforma la manera de ver que teníamos de la vida antes de Él.
Él es más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partirnos, es decir, atraviesa nuestra alma y espíritu, en el acto del sacrificio el sacerdote abre el cordero y expone las entrañas, así mismo se expone lo más íntimo de nuestra alma y el espíritu, hasta llegar a nuestro cuerpo afectando lo más básico de el, los genes. No dejando de lado al corazón, ya que, el es la puerta entre el alma y el espíritu, discerniendo sus pensamientos e intensiones, es decir, auditando todo lo que hay ahí, empezando un proceso académico de aprendizaje desde la mente de Cristo hacia el corazón.
Es preciso una escolaridad de todo Nacido de Nuevo, que atienda esta nueva demanda que surge por el traslado de jurisdicción de la potestad de las tinieblas hacia el reino del amado Hijo, la vida de Dios forma parte de esta nueva participación que cada uno debemos estar advertidos, que salvación no es sólo ir al cielo sino que la creación tome parte también de la salvación como el principio de una manera de vivir diferente, con costumbres propias de la sustancia de Dios, con una nueva identidad por su naturaleza y un territorio (jurisdicción) que se hace cada vez evidente entre los Hijos de Dios de este tiempo, que así tiene que ser, para llevar acabo su obra en la tierra.

#laMentedeCristo

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